El derecho de propiedad es uno de los pilares fundamentales de cualquier sistema jurídico, y en la Ciudad de México ha sido objeto de diversas reformas que buscan adaptarse a las cambiantes realidades urbanas y sociales. En este artículo, exploraremos los conceptos esenciales del derecho de propiedad en la capital mexicana, su contexto histórico y su evolución reciente, tomando en cuenta los desarrollos normativos más recientes y la forma en que éstos impactan en los propietarios, los desarrolladores inmobiliarios y la sociedad en general.
El derecho de propiedad en México está regulado principalmente por el Código Civil para la Ciudad de México y por diversas leyes complementarias, como la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles y la Ley de Vivienda de la Ciudad de México. El artículo 830 del Código Civil establece que:
“La propiedad es el derecho real por virtud del cual una persona puede usar, gozar y disponer de una cosa, con las limitaciones y modalidades que fijen las leyes.”
Este derecho otorga a los propietarios la facultad de controlar y explotar sus bienes, pero también implica obligaciones y restricciones, especialmente cuando se trata de bienes inmuebles ubicados en áreas urbanas densamente pobladas, como la Ciudad de México.
En la Ciudad de México, uno de los aspectos más importantes del derecho de propiedad es la escrituración de los inmuebles. La escritura es el documento que formaliza la adquisición de la propiedad, ya sea por compraventa, herencia, donación o cualquier otro acto jurídico. Este documento debe ser emitido por un notario público y luego registrado en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, que garantiza la publicidad y la certeza jurídica de los actos.
El registro público juega un papel crucial en la protección de los derechos de los propietarios, ya que asegura que terceros puedan conocer la situación legal de los inmuebles. Este proceso de registro también es clave para evitar fraudes y conflictos sobre la titularidad de propiedades.
En los últimos años, la Ciudad de México ha experimentado importantes reformas legales destinadas a regular el uso del suelo y fomentar el acceso a la vivienda. Uno de los hitos más significativos fue la promulgación de la nueva Constitución Política de la Ciudad de México en 2018, la cual establece un marco más robusto para la protección de los derechos de propiedad, en particular en lo que respecta al acceso equitativo a la vivienda.
Estas reformas incluyeron la creación de la Ley de Vivienda de la Ciudad de México, que busca promover un desarrollo urbano equilibrado y sostenible. Además, se ha dado un impulso a la construcción de viviendas de interés social y al acceso a mecanismos de financiamiento para los sectores más vulnerables, todo ello bajo el marco de la nueva constitución local.
El derecho de propiedad, entonces, ha sido ampliado para incluir nuevas formas de tenencia y uso del suelo que no solo consideran el valor económico del inmueble, sino también su valor social. Esta visión más inclusiva del derecho de propiedad ha sido clave para enfrentar los desafíos de la urbanización masiva que vive la Ciudad de México.
Uno de los fenómenos más notables en la Ciudad de México en las últimas décadas es el auge del régimen de propiedad en condominio, una forma de tenencia que permite a varios propietarios compartir un inmueble, con derechos exclusivos sobre ciertas partes (por ejemplo, un departamento) y derechos comunes sobre otras áreas (como estacionamientos o áreas recreativas).
La Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles para la Ciudad de México regula esta figura, y establece las obligaciones y derechos de los condóminos, además de los procedimientos para la creación, modificación o disolución de un régimen de condominio. Esta modalidad de propiedad ha ganado popularidad debido a la creciente demanda de vivienda en áreas urbanas y la limitada oferta de terrenos disponibles.
La Ciudad de México ha sido testigo de un crecimiento sostenido en el sector inmobiliario, lo que ha traído consigo una serie de retos jurídicos. La aportación de terrenos para desarrollos inmobiliarios es una práctica común, en la que los propietarios de terrenos se asocian con desarrolladores para construir viviendas o centros comerciales, manteniendo una participación en los beneficios.
En este sentido, el marco legal vigente establece diferentes opciones para proteger a los propietarios que participan en estos desarrollos, como los contratos de copropiedad o los fideicomisos inmobiliarios. Estas figuras jurídicas permiten que los propietarios no pierdan sus derechos sobre los terrenos, al tiempo que participan en la plusvalía generada por el desarrollo inmobiliario.
A pesar de los avances normativos, el derecho de propiedad en la Ciudad de México enfrenta desafíos significativos. Uno de los más importantes es la gentrificación, un proceso que ha generado una considerable presión sobre los propietarios de inmuebles en zonas tradicionalmente populares. La llegada de proyectos inmobiliarios de lujo ha elevado los costos de vivienda y ha desplazado a muchos residentes originales, generando tensiones sociales y legales.
Asimismo, la especulación inmobiliaria y la falta de claridad en los procesos de escrituración y registro público han dado lugar a numerosos conflictos legales. Es esencial que los propietarios, así como los futuros compradores, se asesoren legalmente y se informen sobre el estado legal de los inmuebles antes de realizar cualquier transacción.
El derecho de propiedad en la Ciudad de México sigue siendo un tema central en el desarrollo urbano y social de la ciudad. Las recientes reformas buscan garantizar un equilibrio entre los derechos individuales y el bien común, en un contexto de creciente demanda de vivienda y limitación de recursos.
La seguridad jurídica que ofrecen las escrituras públicas y el registro de propiedad son esenciales para proteger el patrimonio de los ciudadanos, mientras que las nuevas modalidades de tenencia, como el régimen de condominio y los fideicomisos inmobiliarios, ofrecen alternativas modernas para quienes buscan participar en el mercado inmobiliario.